miércoles, 14 de septiembre de 2022

La Ciudad Floridana I (1835-1969). Por Gustavo Torres Alvarez. Secretario General CEHMAV

 

Plano Urbano de Florida en 1957. Cortesía. Alvaro Erazo

Tratando de emular al destacado historiador Jacques Aprile en su extensa obra La Ciudad Colombiana, expondré brevemente los orígenes y desarrollo del urbanismo local en dos etapas respectivamente: siglo XIX y mediados del siglo XX, como también desde 1969 hasta 2020 inclusive, apoyado en documentos civiles y eclesiásticos que dan valía a esta compilación.

 

Iniciaré por decir que los procesos de urbanización en Florida se remiten a las leyes republicanas en la primera mitad del siglo XIX, donde habían quedado suprimidas las normas reales o virreinales, que establecían las medidas de las plazas, edificios de gobierno, viviendas y demás elementos de acuerdo a los puntos cardinales; si bien el trazado del actual casco urbano conserva elementos característicos de las denominadas villas o ciudades coloniales, presenta novedades en cuanto a la época inmediatamente anterior se refiere, que describiré a continuación:

 

Entre los años 1832 y 1834, se ha transmitido por relatos de la tradición oral el traslado de la población de Perodias al llano del Pedregal, aunque lo correcto sería afirmar que, antes de estos años y anterior al año de 1826, cuando se crea el curato de Santa Rosa no existía aun un trazado urbano como el que se menciona en el Acta de terrenos, otorgada por la familia Bedoya en octubre de 1835:

 

En la villa de Palmira a los 22 días de octubre de 1835, ante mí el escribano público del número y testigos que se mencionaran a continuación presentes los ciudadanos Julián Bedoya por sí y su hermano Santos Bedoya por medio de una carta que se agrega y su tenor es el siguiente, Manuel, Josefa, Maria Andrea, Pedro Antonio y Antonio Bedoya. Vecinos de este cantón de quienes doy fe conozco y dijeron: Que son dueños del terreno en que se han hecho los asientos de la parroquia de La Florida…Su consentimiento es que se le quite un cien por uno de tierra alterando la demarcación que se hizo y contra la cual quiere conservar el actual cura de la Florida pretendiendo dar 6 varas de ancho a la calle.

 

El análisis de este documento, conduce a la afirmación de que antes de radicarse el mimo ante notaria publica y escribano, ya se habían entregado los lotes para el trazado de la Parroquia que como es tradición oral, surge alrededor del parque principal(Plaza de la Paz) y en el cual hubo un litigio entre los donantes de los terrenos y el cura de la época Juan Ignacio López por el ancho de las calles; es de suponer que el primer edificio en construirse fue el de la Iglesia antigua de San Antonio de Padua, que según los primeros libros parroquiales seria erigido a partir del año de 1832 cuando se cambia el antiguo patronato de Santa Rosa; aunque queda por constatar a falta de documentación oficial, cuando se construye el palacio municipal que si bien recibe esta denominación entre 1863 y 1864, cuando es creado por ley el distrito de Florida, pese a ello debió haberse edificado una casa consistorial antes de estos años, pues en los primeros documentos civiles del Archivo Central del Cauca, se mencionan algunos jueces y alcaldes parroquiales que ejercían autoridad en primer lugar en el territorio de Perodias y más tarde en El Pedregal.

 

En la plaza central, se realizaban las actividades comerciales los días de mercado, como sucedió hasta la primera mitad del siglo XX y en los alrededores se ubicaron las viviendas de las primeras familias pobladoras y los primeros establecimientos del comercio local, aquí se perpetua el concepto colonial de quienes estaban más cerca de esta plaza, gozaban de un mayor poder adquisitivo, no así para aquellos ubicados en la periferia.

 

Finalizando el siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, Florida era un pintoresco caserío (como mencionan algunos relatos de viajeros) rodeado de haciendas más tarde transformadas en trapiches e ingenios azucareros, ello se ve reflejado en la población del municipio en esta época. Durante la década de 1910, la escuela pública de varones se ubicaba en los alrededores de la plaza y se ejercía como se ha dicho un nutrido comercio de víveres, carnes y vestuario, este último liderado por la llegada de habitantes de la península árabe; poco a poco las colonias venidas del norte del continente como la familia Barney y del lejano oriente tecnificarían las incipientes actividades ganaderas y agrícolas de la población.

 

El concepto de urbanismo para aquellos años se enmarcaba en dos sectores claramente diferenciados por el uso de suelo de manera comercial para el caso de “Puerto Nuevo” cuyas edificaciones se ubicaban sobre la antigua calle quinta o calle Real y “El Gallinazal” más tarde llamado “La Esperanza”, que era solo de uso residencial y se ubicaba en la vía que conduce hacia las ciudades de Cali y Palmira respectivamente. Al finalizar la primera mitad del siglo XX, la localidad experimentaba un aumento considerable de población, ocupando el último lugar dentro de la subregión de Palmira y cuyos habitantes moraban principalmente en los corregimientos y veredas; lo cual cambiaria en las décadas siguientes con los fenómenos del desplazamiento por la violencia bipartidista y el auge de la industria azucarera principalmente.

 

Finalmente, la década de 1960, implicaría diferentes cambios en la dinámica urbana como se conocía hasta entonces con la construcción de nuevos barrios entre ellos El Fajardo, liderado por el alcalde de la época Absalón Fajardo y surgirían diferentes entidades para una ciudad en crecimiento con un mayor número de habitantes, cuyo polo de desarrollo fue el traslado del mercado del parque principal a su sitio actual, de lo cual hablaré en la segunda parte de este artículo.